viernes, 28 de julio de 2017

INTOXICACION POR HIDROXIDO DE SODIO

La sosa caustica es muy conocida en nuestros hogares ya que tradicionalmente ha sido utilizada como desatascador de tuberías y en la actualidad sigue utilizándose para la elaboración de aceitunas y principalmente para la fabricación casera de jabón. El hidróxido de sodio se encuentra en muchos disolventes y limpiadores industriales, incluyendo productos para quitar revestimientos de pisos, limpiadores de ladrillos, cementos y muchos otros. El hidróxido de sodio es un álcali fuerte. La niebla, el polvo y las soluciones que contiene este producto pueden provocar lesiones graves en los ojos, las membranas mucosas y la piel. A pesar de que la inhalación por lo general constituye un riesgo industrial de importancia secundaria, los efectos del polvo o la niebla varían desde una irritación suave de la nariz a un nivel de 2 mg/m3, a una neumonitis grave, dependiendo del rigor de la exposición.
La ingestión provoca dolores intensos en el esófago, el estómago, corrosión de los labios, la garganta, la lengua, la faringe y vómito de grandes trozos de mucosa. Existen casos de carcinoma de célula escamosa en el esófago, con períodos latentes de 12 a 42 años después de la ingestión. Estas formas de cáncer pueden ser secuela de una destrucción del tejido y, posiblemente, formación de cicatrices o escaras, más bien que de un efecto carcinogénico directo del hidróxido de sodio.

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